21 conceptos que no admite un auténtico teatro contemporáneo
GUILLERMO HERAS
Durante años he seguido de cerca y, creo que no dejaré nunca de hacerlo, las escrituras dramáticas contemporáneas. Y a lo largo de todo ese tiempo siempre he observado unos clichés cerrados que, muchas veces, impiden la evolución y el placer de transitar por estas propuestas actuales. A partir de ello propongo algunos puntos de discusión sobre EL TEATRO CONTEMPORÁNEO, desde la convicción de que este no admite determinadas líneas de actuación.
Así pues las dramaturgias contemporáneas:
1.- No admite censuras de ningún tipo.
2.- No admite gurús intocables.
3.- No admite ortodoxias cerradas.
4.- No admite ningún tipo de intolerancias.
5.- No admite nacionalismos reductores.
6.- No admite paternalismos babosos.
7.- No admite pedanterías estériles.
8.- No admite la falta de pensamiento.
9.- No admite soberbias infantiles.
10.- No admite falta de rigor en su escritura.
11.- No admite la exclusión de géneros.
12.- No admite a la crítica conservadora ni conformista.
13.- No admite a los directores de escena cobardes.
14.- No admite a los actores retóricos.
15.- No admite a los informadores mediáticos frívolos.
16.- No admite a un espectador que no sea un co-creador.
17.- No admite a programadores intolerantes.
18.- No admite los sistemas de enseñanza al uso.
19.- No admite las modas y sus abusos.
20.- No admite las fórmulas infalibles.
21.- No admite los llantos y los lamentos.
Y, por todo ello, un auténtico teatro contemporáneo debería ser: libre, abierto, plural, arriesgado, diverso, investigador, autocrítico, comprometido, artesanal, mestizo e interdisciplinar.
Guillermo Heras, México D.F., marzo 2003